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lunes, 11 de septiembre de 2017

Rabdomiolisis asociada al ejercicio, ¿qué es y cómo evitarla?

¿Eres una de esas personas que realiza ejercicio extenuante y se sobreentrena? ¿O tal vez te estás iniciando en una actividad deportiva de alta intesidad y sientes fatiga?  Hoy conoceremos un poco sobre una de las consecuencias de la práctica de la actividad física intensa y del ejercicio mal dosificado.

Rabdomiolisis, un término quizás conocido por muchos, proviene del griego Rhabdo, que significa estriado, Myo que significa músculo y Lysis que es disolución. Se define como el trastorno de destrucción y posterior necrosis del músculo esquelético, consecutivo a una lesión por aplastamiento o ejercicio físico extenuante.

De esta manera, este síndrome se caracteriza por la descomposición del tejido muscular que ocasiona la liberación al torrente sanguíneo de los contenidos de las fibras musculares (como la mioglobina, electrolitos y enzimas) las cuales son dañinas para el riñón y pueden causar insuficiencia renal aguda.

Aunados a la actividad física intensasobreentrenamiento, algunos factores externos también pueden contribuir a la aparición de este trastorno, como son la humedad y altas temperaturas y los golpes de calor.

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La gravedad de los signos y síntomas de la rabdomiolisis dependerá del grado del daño muscular, presentando las siguientes manifestaciones clínicas: dolores musculares, rigidez, debilidad, calambres, vómitos, signos de deshidratación (mareos, desorientación), orina oscura y en algunos casos fiebre y taquicardia.

Para su diagnóstico es necesario realizar exámenes de sangre y determinar los valores sanguíneos de la enzima creatincinasa (CPK) así como los niveles de mioglobina sérica y mioglobinuria.

Una vez diagnosticada el tratamiento de la rabdomiolisis es reposo, hidratación y normalización de los electrolitos con un seguimiento y chequeos de exámenes de sangre. El retorno a la actividad física debe ser progresivo una vez que los valores en sangre vuelvan a su normalidad.

El ejercicio debe ser una actividad para el disfrute y una herramienta para canalizar el estrés, sobre todo en los tiempos en los que vivimos, así que toma conciencia y realiza la actividad física de una forma dosificada.

Si te estás iniciando en alguna actividad, sobre todo grupal, recuerda que cada cuerpo debe ir a su ritmo y lo seguro es aumentar las cargas e intensidades de forma progresiva.

Escucha tu cuerpo y atento a cualquier manifestación.

 

Foto: Thinkstock

Fuentes: Vitonica /Diccionario Mosby. Medicina , enfermería y Ciencias de la Salud.

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