Para las que comienzan a correr y para las más veteranas, la evaluación cardiovascular es el chequeo más responsable que debemos hacer regularmente. Con frecuencia los corredores estamos preocupados por los músculos, los huesos, ligamentos, y pocas veces nos preguntamos si nuestro corazón anda bien.
Los corredores nos sentimos tan saludables por el hecho de hacer una disciplina así de exigente que pensamos que con esto tenemos asegurado el buen funcionamiento de nuestro corazón.
¿Qué está ocurriendo?
Sin embargo, en la medida que el running se ha popularizado, cada vez es más frecuente escuchar la noticia de muertes súbitas en personas que se inician como corredores, así como en más experimentados y veloces. En los maratones se han estado tomando medidas para mejorar los puestos de atención médica, con la finalidad de reducir las estadísticas de infartos, accidentes o muertes por causas relacionadas con el sistema cardiovascular.
Recientemente, en el país se han conocido lamentables casos de muerte súbita, lo que motivó a varios corredores a practicarse evaluaciones cardiovasculares. En mi caso, a pesar de llevar una vida saludable y de mantenerme activa, tengo una condición genética debido a varios casos de cardiopatía en la familia, razón adicional por la cual me apresuré a hacerme el chequeo de rigor con el Dr. José Ignacio Murga, especialista en Cardiología y medicina Interna, también aproveché para consultar su opinión experta.
“Si tomamos en cuenta que el sistema cardiovascular, es el componente más exigido durante la práctica deportiva, aún por encima del sistema músculo esquelético, ya que pasamos de bombear 5 litros por minuto en estado de reposo a 35 a 40 litros por minuto en determinado momento de la competencia o entrenamiento, es fácil entender porqué es imprescindible evaluar nuestra condición cardiovascular antes de iniciar cualquier plan de entrenamiento”.
¿Cuáles son las razones por las que debemos realizar esta evaluación?
A juicio del Dr. Murga, el reconocimiento cardiológico deportivo tiene los siguientes objetivos:
- Descubrir cualquier enfermedad, lesión o patología cardiaca, especialmente las que puedan constituir un riesgo vital para el deportista durante la practica deportiva.
- Determinar las situaciones patológicas que representen una contraindicación medica absoluta, relativa o temporal, para la práctica de la actividad física.
- Excluir a los individuos que puedan tener riesgo en ciertos deportes peligrosos.
- Conocer la tolerancia del individuo al esfuerzo que se va a realizar y su grado de adaptación al mismo, lo que permite realizar prescripciones de ejercicio y proporcionar oportunidades para participar en actividades físico-deportivas a los pacientes que presenten patologías cardiacas.
- Ayudar al deportista y a su entrenador a planificar el entrenamiento de manera que esta sea beneficioso y adecuado al estado cardiovascular actual del deportista.
¿Qué incluye la evaluación?
El reconocimiento cardiológico básico debe consistir en lo siguiente, señala el especialista:
- Valoración de los antecedentes patológicos personales y familiares y de la actividad deportiva realizada.
- Exploración física.
- Electrocardiograma de reposo de 12 derivaciones.
- Prueba de esfuerzo, que permita valorar la capacidad funcional, expresada por la frecuencia cardiaca máxima alcanzada por el deportista durante la prueba. Esta frecuencia será la referencia más personalizada para establecer las zonas de entrenamiento aeróbico y anaeróbico, según el estado actual del deportista.
- En algunos casos se agrega un Ecocardiograma.
A través de esta completa evaluación pude saber que todo está bien con mi sistema cardiovascular, ahora tengo certeza de mis zonas de entrenamiento y tenga una buena guía para ajustar mi entrenamiento.
Puedes consultar al Dr. José Ignacio Murga, en la Unidad de Cardiología Deportiva y Exploración Cardiovascular Funcional del Instituto Urológico San Román. Caracas. Venezuela.
Por: @francamessina
Foto: Freepik.es
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