Esta es el sueño y la realidad de cualquier mujer con una vida profesional, familia y con sus propias metas personales. Siempre he sido una fiel defensora del pensamiento de que todo lo que quieras hacer, lo puedes lograr. Sin embargo, cuando me mudé a Estados Unidos y comencé mi trabajo corporativo, también comencé a dudar de que todo esto podía ser cierto.
Mis viajes de trabajo, horas de oficina, todas las responsabilidades de la casa, ser mamá, esposa, todo al mismo tiempo; me llevaron, sin darme cuenta, a aumentar casi 9 libras en 8 meses, el cansancio y los desordenes en los horarios de comida, eran la norma en mi día a día.
Mi estilo de vida era un desastre y por supuesto mi efectividad ya no era la misma. Cuando comencé a ver mis fotos en los eventos del trabajo de aquellos días, me di cuenta que las libras que había aumentado eran evidentes, así que decidí hacer un alto a aquella locura y hacer pequeñas modificaciones.
“Nadie puede dar lo que no tiene”
Esta es una de las frases del famoso experto en liderazgo “John Maxwell”. Para mi es una de las más sabias. No podemos ser efectivas y cuidar de otros, sino cuidamos de nosotras mismas primero. Hace unos meses lo experimenté. Me desperté una mañana y al querer pararme de la cama una contractura muscular en la parte media de la espalda me dejó sin aire! Así pasé todo el fin de semana, casi sin poder moverme.
El estrés y el poco descanso me dejaron fuera de juego. Este es uno de los errores más comunes que cometemos las mujeres. Primero están nuestros hijos, esposos, hogar, trabajo y después si en algún momento queda tiempo no lo dedicamos a nosotras. ¿Adivina qué? Ese momento nunca llega! No hay tiempo para nosotras, el resultado: desgaste, frustración, cansancio, aumento de peso, fallas e infelicidad.
Amiga, dale valor a tu tiempo, a tu propio espacio. Valórate tanto como para que sea imperativo que unos momentos al día los dediques a ti misma. Cuídate, mímate, mantente activa, relájate, haz lo que te gusta y lo que te hace sentir satisfecha contigo misma. Sólo de esta forma estarás lista para afrontar cada día el reto de tus múltiples roles.
Media hora diaria es suficiente, levántate más temprano si en necesario. Yo me levanto todos los días mas temprano de las 6:00 a.m. y ese ratico antes de que todo el mundo se levante, es para mí. Busca tu el tuyo, para cada quien funciona un horario distinto.
Ten tus metas y sueños claros
Lo que destaca a las personas de éxito de las que no lo tienen, es la claridad en las metas. Para nosotras las mujeres de múltiples roles, es aún más importante tener nuestro camino claro, y esto aplica para todos los aspectos de nuestra vida. Tener claro que queremos lograr como madres, esposas, profesionales y como mujeres nos dará una guía para trazar nuestro plan. Una meta por aspecto, es más que suficiente.
Quizá para amuchas de nosotras no sea tan fácil fijar metas, queremos hacer muchas cosas, yo soy una de esas personas, pero no confundas actividades con metas. Una meta, describe el resultado que quieres obtener al final del camino y, van ligadas directamente a tu propósito en la vida. Sé lo más específica posible. Escríbelas y tenlas contigo siempre, estas metas te mantendrán inspirada, motivada y enfocada.
Traza el camino y ponte en acción
Deseo sin acciones, son solo ilusión. Y las acciones sin plan son sólo tareas. Fíjate un plan para lograr tus metas, así como un GPS te lleva a la dirección que quieres llegar, un plan te lleva directo a tus resultados y a tus metas. Un plan te ayuda a organizar tus acciones. Una de mis metas es ofrecerle una alimentación más saludable a mi familia, eso implica cocinar más en casa.
Mi tiempo es limitado, mi trabajo y mis múltiples metas no me permiten tomarme toda una mañana para cocinar, así que trato de planificar el domingo en la noche la cocina de la semana. Preparo los platos grandes y los dejo listo en la nevera, cada día se lo que voy a cocinar, le agrego los ingredientes y listo!
En 10 minuto tengo mis comidas listas. Esa es la clave, tener mi plan de alimentación semanal y accionar para lograrlo. Trabaja todos los días con una lista de prioridades y síguela paso a paso, verás como ir tachando cosas de esa lista de prioridades te dará una sensación de logro y te mantendrás motivada.
Mi vida y mi rutina no son perfectas, aún sigo aprendiendo a organizarme y a no perder el “track”, pero lo más importante es que he aprendido a disfrutar del proceso en el que yo elegí estar. Esta es una conversación que no termina. Sé que muchas de ustedes como yo, tienen estos mismo deseos, metas e inquietudes. Compartamos juntas estas experiencia y aprendizajes, te invito a que dejes aquí tus comentarios.
Foto: Depositphotos
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