El departamento de epidemiología de la Universidad de Harvard, en Boston, realizó una investigación analizando resultados de 33 estudios que evaluaban los beneficios del ejercicio para la salud, que estuvo a cargo de doctor Jacob Sattelmair y colaboradores, y fue publicado en la revista Circulation.
Poco es mejor a nada
En la investigación se pudo demostrar que pequeñas cantidades de ejercicio físico moderado como 150 minutos o 2.5 horas semanales, reducían el riesgo cardiovascular alrededor de un 14%. Si se aumentaba el mismo tipo de ejercicio a 300 minutos o 5 horas semanales, los beneficios para el corazón eran mayores y de alrededor del 20 % (eventos cardiovasculares), en comparación con los que no realizaban actividad física.
"Algo de actividad física es mejor que nada, y más es mejor", "la mayor rentabilidad está en los extremos más bajos de la actividad física", afirmó el autor del estudio Jacob Sattelmair, que era candidato doctoral de la facultad de salud pública de la Universidad de Harvard, en Boston, cuando llevó a cabo la investigación.
Las personas que realizaban ejercicio de 750 minutos o 12.5 horas de ejercicio por semana observaron una reducción del 25 por ciento en el riesgo de enfermedad cardíaca. En este caso puntual se puede considerar muchas horas de ejercicio para un pequeña reducción adicional de beneficio para la salud.
¿Y que pasa con las mujeres?
Las mujeres obtuvieron un porcentaje mayor al de los hombres de beneficios protectores del ejercicio, aunque esto podría ser una arbitrariedad de las estadísticas, refirieron los investigadores.
“Realizar alguna actividad física, aunque sea pequeña, es útil para reducir el riesgo de enfermedad coronaria”.
Mientras 150 minutos de ejercicio de moderado a vigoroso por semana es la meta mínima según las directrices actuales de E.E.U.U., hallaron que con 75 minutos por semana tenían un menor riesgo de enfermedad cardiaca, en comparación con las personas completamente sedentarias.
Se han realizado varios estudios de investigación, como se mencionó, que demostraron los beneficios del ejercicio físico, mejorando a nivel físico, la flexibilidad, la fuerza, el cansancio, el insomnio, la depresión, mantiene las funciones cognitivas del cerebro, a nivel cardiovascular descenso de la tensión arterial, mejora los niveles de glucosa en diabéticos, aumenta el colesterol bueno (HDL) y desciende el malo (LDL), aumentando la circulación coronaria, previene la osteoporosis y por ende el riesgo cardiovascular.
A nivel de laboratorio, el ejercicio reduce los marcadores inflamatorios que tienen en su gran mayoría importancia en el inicio de los eventos cardiovasculares (cardíacos, cerebrales).
Está claro que con la actividad física se mejora el estado de salud del individuo, siempre acompañado de una dieta equilibrada, manteniendo el peso corporal, evitando o controlando el stress, etc.
El individuo en muchos casos no es consciente de que moviéndose en forma diaria, bajar una o dos paradas antes del colectivo, usar las escaleras evitando el ascensor, realizar las actividades hogareñas, como arreglar el jardín, limpiar, son beneficiosas para la salud, siempre se debe estar moviendo un individuo, por más pequeño que sean los movimientos, siempre serán útiles.
Fuentes: Dr.Norberto Debbag
Cardiólogo Deportólogo (uba)
Jacob Sattelmair, Sc.D., Director of Research and Strategy, Dossia, Cambridge, Mass.; Barry Franklin, Ph.D., Director, Preventive Cardiology Program
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