El deporte debe estar disponible para todos en todas sus disciplinas, incluyendo el running, sin embargo, aunque se trabaja en que todos tengan las mismas oportunidades y no exista discriminación, queda camino por recorrer.
La comunidad de corredores debe ser un lugar seguro para todos sin importar la raza, origen, tamaños, edades, géneros o preferencias. La comunidad LGBTQ+ ha trabajado en abrirse campo en todos los aspectos de la sociedad y busca poner el deporte al alcance de todos, incluyendo el running. Aunque ha habido avances, aún hay muchos aspectos a tomar en cuenta, a continuación, te contamos todo al respecto.
La inclusión en el running
Si actualmente se comparan algunos eventos de running con los de hace algunos años se puede notar que este ha avanzado la inclusión, con una mayor cantidad de participación de la comunidad LGBTQ+, al igual que de personas de otras razas o talla grande, sin embargo, aún es limitada. Según la comunidad, esto se debe en parte a que las minorías no se sienten identificadas y por ello es poco probable que participen en las actividades.
El estereotipo dentro en el running es una persona blanca, delgada, atlética y cisgénero, lo cual se ve reforzado en los medios, por lo que personas como las de la comunidad LGBTQ+ sienten que no tienen un lugar y se cohíben de inscribirse.
Incluso a nivel micro los corredores fuera del estereotipo no encuentran eventos en los que se sientan cómodos y, a pesar de que les gustaría participar y conocer personas con gustos deportivos afines, prefieren optar por echar un vistazo a las reseñas de páginas de transexuales y elegir una para socializar, ya que, les brindan un ambiente cómodo, lleno de personas similares, que comparten sus gustos e intereses y que pueden filtrar por gustos deportivos y posteriormente optar por salir a correr en pareja, sin participar en eventos públicos o masivos.
Sin embargo, esto no está bien, participar en eventos deportivos como maratones requiere un entrenamiento que te lleva al límite, tanto en lo físico como en lo mental lo que supone muchos beneficios y todos deberían sentirse bienvenidos. Lograr correr un maratón requiere constancia y disciplina que puede beneficiar mucho al carácter, además, una vez completada la competencia la sensación de superación es mucha lo que puede ser muy beneficioso, especialmente para las minorías.
Las minorías en el running
A pesar de que el running tiene mucho camino por recorrer en lo que respecta a la inclusión, especialmente para los atletas no binarios y transgénero a lo cuales se les presentan barreras de entrada reales en relación a las políticas y prácticas para entrar y deben enfrentarse a su disforia de género ante el dilema de elegir entre ser auténticos y fieles a su identidad o competir y participar.
Sin embargo, la lucha sigue y ha habido avances como el caso de Chris Mosier, triatleta transgénero que ha sido el primero en representar a Estados Unidos en competencias internacionales y que ha sido un catalizador de cambio en los derechos de los atletas trans.
Anna Scappini, es otra atleta trans de nacionalidad paraguaya que ganó los 9k de la independencia en Argentina. Por otro lado, Ragen Chastain, Latoya Shauntay Snell y Martinus Evans son otras deportistas que rompen con los estereotipos del running y demuestran que cuando se trata de runners los hay de todas las tallas.
Andraya Yearwood es otra atleta que ha corrido representando a su escuela en Connecticut ganando los 100 y 200 m, sin embargo, está ha tenido que enfrentarse a la demanda de otras atletas cisgénero que claman estar en desventaja.
Previendo todo esto los atletas trans no solo deben seguir los entrenamientos para maratón u otra competencia runner, también en el caso de las mujeres transgénero deben llevar un estricto control hormonal y tendrán la posibilidad de competir en el deporte femenino si reducen sus niveles de testosterona por debajo de 10 nanomoles por litro durante 12 meses continuos y manteniéndolos durante la competencia.
Visualización de la igualdad e inclusión en el deporte
Aunque los obstáculos todavía son muchos, la inclusión es cada vez más tomada en cuenta en las grandes marcas deportivas lo que le da visibilidad a la minoría generando conciencia colectiva respecto al problema. Campañas como “Be true” de Nike que tiene como protagonistas a deportistas de élite transgéneros y la incorporación de maniquíes plus size en su tienda de Londres, Adidas con su serie sobre atletas LGBTQ+ y su colección Adidas pride y muchas otras representaciones que permiten levantar la voz sobre la igualdad en el deporte.
El running es un deporte en camino a la inclusión y, aunque aún queda mucho camino por recorrer, ya se está en marcha hacia un deporte para todos.
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